Cuando abrimos la heladera accedemos, aun en días calurosos, a helados, bebidas frías, comidas frescas, hielo o alimentos supercongelados. ¿Cómo es posible que el interior de la heladera se encuentre tan frío? ¿Qué hacían las personas para preservar los alimentos cuando no existían las heladeras?
Aquí encontrarás respuestas a estas preguntas y otros datos interesantes acerca de la refrigeración, explicados mediante descripciones de fenómenos físicos elementales y simples acontecimientos cotidianos. En la actividad se proponen preguntas sobre este texto y dos métodos para medir la humedad relativa ambiente.
Actualmente es difícil imaginar cómo se arreglaba la gente sin el
refrigerador eléctrico, que apareció hace apenas unos 80 años. Los
antiguos griegos y romanos, por ejemplo, sacaban hielo y nieve de las
cumbres de las montañas, y los guardaban en pozos tapados con madera y
paja donde enfriaban sus alimentos y bebidas. En la Argentina, hasta
mediados del siglo XX, los alimentos se conservaban en armarios cerrados
donde se colocaba diariamente una barra de hielo, que se compraba en las
carbonerías.
Uno de los primeros hechos destacables de la cronología de la
refrigeración aconteció en 1834, cuando Jacob Perkins inventó en
Inglaterra el primer dispositivo para fabricar hielo, basado en un líquido
que se evaporaba y luego se condensaba con la ayuda de una máquina. Poco
después, en 1844, John Gorrie desarrolló en los Estados Unidos una
heladera que funcionaba comprimiendo y expandiendo un gas en forma
alternada. De esta manera se aprovechaba el enfriamiento del gas al
expandirse. En 1920, empezaron a usarse en los Estados Unidos heladeras
eléctricas semejantes a las actuales. El invento se generalizó en la
Argentina varias décadas después. A partir de 1970, se popularizaron los
llamados freezers, que permiten conservar alimentos congelados
en buen estado durante varios meses.
El funcionamiento de la heladera se basa en las siguientes propiedades físicas, que permiten generar frío:
Para calentar un material debemos acercarlo a una fuente caliente,
que se encuentra a mayor temperatura. ¿Por qué ocurre esto?
La transferencia de calor es un flujo de energía. Cuando se transmite
calor entre dos cuerpos, uno pierde energía y el otro la gana. El
cuerpo que pierde calor disminuye su temperatura o cambia de estado
(por ejemplo, pasa de gas a líquido o de líquido a sólido). Cuando dos
cuerpos a distinta temperatura se ponen en contacto, el calor es
transferido del más caliente al más frío. De esta manera, la
temperatura de ambos tiende a igualarse.
Seguramente conocen los encendedores de plástico transparente y
vieron que contienen un líquido. Esos encendedores queman un gas
semejante al que arde en la cocina. Pero ¿dónde está ese gas? El gas
está condensado, es decir, se encuentra en estado líquido, encerrado a
alta presión (comprimido) dentro del encendedor.
Cuando se comprime un gas, el volumen que ocupa se reduce (sus
moléculas se acercan entre sí) y su presión aumenta. Al llegar a una
presión suficientemente elevada (volumen muy pequeño), las moléculas
se acercan lo suficiente como para atraerse entre sí y formar el
líquido.
Cuando salimos de la ducha o de la pileta, sentimos frío. ¿Por qué? El agua, al evaporarse, toma calor, es decir que cuando el agua se transforma en vapor le quita calor al cuerpo y por eso sentimos frío. Lo mismo pasa si nos ponemos alcohol o acetona sobre la piel; el líquido se evapora más rápidamente que el agua, y al quitar más rápido el calor de la piel sentimos más frío.
En verano mojarse puede ser un alivio. Pero si nos mojamos en
invierno hay que secarse enseguida, porque el agua, al evaporarse,
quita calor del cuerpo. Cuando hace calor o hacemos ejercicio físico,
transpiramos más. La evaporación del sudor ayuda a bajar la
temperatura
del cuerpo.
Esta propiedad también puede observarse con los aerosoles. Cuando
rociamos una cantidad considerable de cualquier producto envasado en
aerosol, notamos que el envase se enfría. ¿Por qué ocurre esto?
El aerosol se enfría porque la evaporación quita calor.
En los ejemplos anteriores se pudo observar que cuando un líquido se hace gas (evaporación), quita o absorbe calor. Esto se debe a que el gas tiene un mayor contenido energético que el líquido, si tienen la misma temperatura. En el caso contrario, cuando un gas se hace líquido (condensación), se libera calor. En estas transformaciones, la diferencia de energía entre ambos es liberada o absorbida en forma de calor.
Cuando inflamos la rueda de una bicicleta, notamos que el tubo del inflador se calienta. ¿Por qué ocurre esto?
El inflador se calienta porque el gas se comprime.
Estos cambios se deben a la pérdida de energía del gas cuando se expande, a causa del trabajo que realiza al «empujar hacia fuera» y a la energía que se le transfiere al comprimirlo cuando se lo «empuja hacia adentro».
La temperatura no es igual en las distintas zonas de la heladera. En el
gabinete principal es de unos pocos grados centígrados sobre cero. En el
congelador es de unos pocos bajo cero y en el freezer es aún más
baja.
Para obtener estas temperaturas, el calor debe fluir desde el interior de
la heladera hacia el exterior. El resultado neto de este proceso es la
transferencia de calor de materiales a menor temperatura (en el interior
de la heladera) a otros de mayor temperatura (en el exterior), lo cual
parece contradecir el principio que dice que el calor se transfiere de un
cuerpo caliente a uno frío. ¿Cómo se logra este efecto?
El enfriamiento se produce mediante un proceso cíclico en el cual un gas, como los gases CFC o clorofluorocarbonados, circula por un tubo que recorre las partes interna y externa de la heladera intercambiando calor. Los pasos del proceso para producir el enfriamiento son los siguientes.
Las principales partes de una heladera, donde ocurren estos procesos, son
las siguientes.
Motor: toma energía de la instalación eléctrica e impulsa
el compresor.
Compresor: es impulsado por el motor y comprime el gas de
la tubería, calentándolo.
Condensador: parte de la tubería donde se enfría el gas
recién comprimido, que entonces se condensa. Está en el exterior de la
heladera y libera calor al ambiente.
Capilar: tubo que deja pasar poco a poco el gas licuado.
Se lo llama así porque es muy delgado; un tubo grueso dejaría pasar el gas
sin resistencia e impediría la compresión.
Evaporador: tubo sinuoso que está en contacto con lo que
llamamos el congelador de la heladera. En este tubo se evapora el gas
previamente licuado y así se enfría el interior de la heladera. El
evaporador y el congelador se ubican arriba para que el aire frío, más
denso, baje por su propio peso y reemplace el aire más caliente; que sube.
Si el congelador estuviera abajo, el frío llegaría arriba con mayor
dificultad.
Termostato (vulgarmente, «el automático»): mecanismo
automático que interrumpe la corriente eléctrica cuando la temperatura es
suficientemente baja, y pone a andar nuevamente el motor cuando sube la
temperatura.
Unidad sellada (conocida como la «bocha»): recipiente
hermético donde están ubicados el motor y el compresor. Esta disposición,
incorporada hacia 1950, reduce el riesgo de las fugas de gas.
Hay heladeras que queman querosén para funcionar. No tienen motor, ni compresor ni piezas móviles; su principio de funcionamiento es el siguiente:
Este tipo de heladera se usaba mucho en establecimientos de campo que carecían de energía eléctrica.
Heladera con amoníaco
Hay otras heladeras que no tienen piezas móviles ni gases. Utilizan una unidad que funciona con electricidad, llamada termopar que transfiere calor entre sus dos caras al circular electricidad. Cuando una corriente eléctrica atraviesa la unión entre dos conductores eléctricos de diferente material, la unión se enfría o calienta, según en qué sentido circule la corriente. Estas heladeras, de termopar, no se desgastan, no hacen ruido y pueden ser muy pequeñas, por lo que son ideales para las habitaciones de hotel, donde el ruido del motor de las heladeras comunes podría incomodar a los huéspedes.
Refrigeración con un termopar
Algunos datos adicionales sobre las heladeras y su funcionamiento.
Existen varias escalas para medir la temperatura. La de uso más generalizado para aplicaciones cotidianas es la Celsius o centígrada.
Su unidad es el grado Celsius (°C), según la cual a presión atmosférica normal el agua pura hierve a los 100 °C y se congela a los 0 °C.
La unidad de medida es el grado Fahrenheit (°F). Según
esta escala, el agua hierve a 212 °F y se congela a 32 °F.
Para pasar de grados Fahrenheit (°F) a Celsius (°C), o a la inversa, se
utilizan las siguientes fórmulas:
°C = 5 (°F - 32) / 9
°F = 9 °C / 5 + 32
En los Estados Unidos se utiliza la escala Fahrenheit en aplicaciones
cotidianas.
Una novela de Ray Bradbury (EE.UU., 1920), Fahrenheit 451,
presenta una sociedad del futuro en la que los bomberos no apagan
incendios –no se producen porque las casas son incombustibles–, y se
dedican a quemar libros. El título alude a la temperatura a la que arde el
papel, unos 233 °C.
En aplicaciones técnicas y científicas se suele emplear la escala Kelvin o absoluta, cuya unidad es el kelvin (K). La temperatura más baja posible en la naturaleza es de unos 273 °C bajo cero; se conoce como cero absoluto y equivale a 0 K.
Para convertir grados Celsius en kelvin hay que sumar 273 a los grados Celsius:
K = °C + 273
Por ejemplo, la temperatura de los objetos en el espacio, lejos del calor
de las estrellas, es de unos -270 °C, o 3 K.
Si se baja la temperatura de un gas manteniendo constante su presión, el
gas disminuye su volumen. El cero absoluto es la temperatura a la cual un
gas ideal alcanzaría un volumen nulo. Los gases reales se apartan de este
comportamiento ideal y se transforman en líquidos a bajas temperaturas.
Amoníaco: sustancia gaseosa a temperatura ambiente, formada por moléculas que contienen tres átomos de hidrógeno y uno de nitrógeno (su fórmula química es NH3). Tiene olor penetrante e irritante. Es muy soluble en agua, en la que forma hidróxido de amonio, por lo cual sus disoluciones acuosas son alcalinas.
Energía: poder, capacidad para realizar trabajo.
Frío: propiedad de los cuerpos que tienen baja temperatura. Enfriar un cuerpo equivale a disminuir su temperatura; para ello hay que extraerle energía, ya sea en forma de calor o de trabajo que el cuerpo realice sobre el ambiente.
Temperatura: medida de lo caliente o lo frío que se encuentra un cuerpo. Está relacionada con la energía cinética o de movimiento de las partículas atómicas o moleculares que componen la materia. Cuando aumenta la vibración o el desplazamiento de las moléculas, aumenta la temperatura.
Freezer (congelador): se utiliza este término para los congeladores que mantienen los alimentos a una temperatura del orden de los 18 °C bajo cero, bastante inferior a la del congelador común de las heladeras. Eso permite conservar alimentos durante meses, porque los microbios, aunque permanezcan vivos, no se pueden reproducir a una temperatura tan baja como lo hacen a la temperatura del congelador común.
Clorofluorocarbonados (CFC): sustancias químicas volátiles formadas por los elementos cloro, flúor y carbono. Se utilizan en heladeras y sistemas de refrigeración para intercambiar calor, pero perjudican la atmósfera cuando se escapan: adelgazan la capa de ozono, que es la que nos protege de las radiaciones peligrosas del sol. A partir del año 2000, la mayoría de los países cumplirá el acuerdo de reemplazarlos por otros gases menos perjudiciales para el ambiente.
Historia
y curiosidades sobre la heladera (en inglés).
Descripción
del funcionamiento de la heladera.