Guía para aprovechar al máximo la lectura de una de las más famosas novelas de aventuras.

En forma navegable e interactiva, cada actividad propone información sobre la novela, fragmentos de la misma, preguntas y actividades para escribir en pantalla.

Recomendación docente

El argumento

El argumento de La isla del tesoro -como el de la mayoría de las novelas de aventuras- es relativamente sencillo. Sin embargo, la extensión de la novela, su riqueza de léxico y el desarrollo de algunas técnicas (por ejemplo, la descripción, la argumentación o el "diálogo de ideas") pueden distraer a los alumnos de la historia propiamente dicha.

Si se les pide a los alumnos que, a medida que leen los primeros capítulos, escriban un breve resumen del argumento de cada uno de ellos, podrá verse que no todos los lectores leemos exactamente la misma novela.

Poner en común los distintos resúmenes permitirá que cada lector enriquezca su perspectiva al sumar las de los compañeros y compañeras. También permitirá analizar qué cosas incluyó cada resumen, de qué manera fue escrito (en qué persona gramatical, en qué tiempos verbales, si se incluyeron opiniones, juicios de valor, etc.).

La elaboración de resúmenes es una de las destrezas más valiosas para enseñar a los alumnos, pero también es de las más difíciles de transmitir. Trabajar sobre resúmenes argumentales permitirá definir las reglas de construcción de un resumen (distinguir entre lo central y lo accesorio, entre los hechos y su evaluación, entre lo cierto y lo hipotético, etc.), y construir al fin algo así como un "resumen colectivo", que funcionará como guía para resumir futuros capítulos.

Por otro lado, proponer resúmenes del argumento de cada capítulo permitirá tomar conciencia de la manera en que cada novelista distribuye los hechos narrados, lo que resulta fundamental para estudiar un procedimiento propio de las novelas en general y de la novela de aventuras en particular: el suspenso.

El suspenso consiste en "suspender", mantener en alto, la atención del lector. Los novelistas consiguen ese efecto de diferentes maneras:

Se les puede preguntar a los alumnos cuáles de estas variantes fueron utilizadas por Stevenson en La isla del tesoro y dónde aparecen ejemplos de cada una de ellas.

La lectura de La isla del tesoro ofrece también la oportunidad de analizar con los alumnos las diferencias entre el autor y el narrador de una novela. Puede pedirse a los alumnos que busquen información sobre Robert Louis Stevenson (el autor) y sobre Jim (el narrador). ¿Dónde buscarán en cada caso? ¿Pueden encontrar información sobre el autor dentro de la novela? ¿Pueden encontrar información sobre Jim fuera de la novela? También puede observarse que, en el caso de La isla del tesoro, el narrador también es personaje de la novela. ¿Ocurre así en todos los libros? ¿Qué otros casos conocen los alumnos?

Existen algunas valiosas versiones cinematográficas de la novela de Stevenson, entre ellas una realizada por los estudios Disney (1950). Al finalizar la lectura de La isla del tesoro se puede proponer un trabajo de comparación entre el argumento original de la novela y su adaptación cinematográfica. ¿Qué acciones se han conservado y cuáles desaparecieron? ¿Qué acciones, a juicio de los lectores, hubieran debido conservarse?

El cofre

El cofre de Billy Bones es un elemento de notable importancia para el desarrollo de la historia. Su aparición en la novela es muy curiosa: se lo menciona ya en el segundo párrafo del primer capítulo, pero se describe su contenido recién en el capítulo 4. Será valioso detenerse a comentar con los alumnos de qué maneras va apareciendo el cofre en el relato (mediante el nombre, su descripción externa, la enumeración de su contenido) y vincularlas con la creación del suspenso.

Por otro lado, la forma en que se va develando el contenido del cofre es extraordinaria. Los alumnos pueden considerar cada uno de los objetos -a través de preguntas como "¿Qué evocan los objetos?", "¿Qué nos dicen del mundo de los piratas?", "¿Qué cosas distintas significan para Jim y para su madre?"- y el orden en que aparecen.

Para reproducir el procedimiento utilizado por Stevenson, el docente puede llevar un cofre al aula, y hacer aparecer, uno a uno, distintos objetos guardados en su interior. ¿Qué historia se podrá ir construyendo a partir de esos objetos? ¿Qué nos dicen esos objetos de los personajes?

En otra oportunidad puede pedirles a los alumnos que, formando grupos, imaginen alguna historia, seleccionen objetos significativos que la representen y luego abran ante sus compañeros el "cofre" de la historia que imaginaron.

El mapa del Capitán Flint

Los mapas son recursos muy frecuentes en las clases (mapas históricos, geográficos, físicos, políticos, económicos, demográficos). Pero no son el único tipo de representación que utilizan los docentes; también recurren a láminas, croquis, fotografías, videos, diapositivas, cuadros sinópticos, etc.

El mapa del capitán Flint, uno de los elementos fundamentales de la novela de Stevenson, puede ser recuperado no sólo para reflexionar sobre La isla del tesoro, sino también sobre las múltiples formas de representación que están a nuestro alcance.

¿Qué formas de representación conocen y usan los alumnos cotidianamente? ¿Qué diferencias hay entre cada una de ellas? ¿Qué tipo de relación se establece entre la representación y lo representado? ¿Qué significa, al cabo, "representar" algo?

Por otro lado, puede ser interesante ver y comparar distintos tipos de mapas, por ejemplo, antiguos y actuales, y analizar la información que cada uno ofrece, así como que cada lector vaya dibujando, como Stevenson también lo hizo, su propio mapa de la isla, con los paisajes y lugares que se describen en los distintos capítulos de la novela. Otra vez se observará, seguramente, que cada lector lee su propia novela, más o menos parecida, más o menos diferente a la de otros lectores.

El pirata John Silver

La isla del tesoro presenta -como siempre ocurre en las novelas de aventuras- una galería de personajes muy nítidos, fácilmente "visualizables" en la imaginación, sobre los que se descarga la organización moral de la historia.

A diferencia de lo que suele ocurrir con otras obras (novelas, dibujos animados, programas de televisión, películas), La isla del tesoro presenta un personaje muy curioso: el pirata John Silver, con rasgos malvados pero, también, con rasgos admirables, como coraje, inteligencia, lealtad. ¿Qué impresión les producen a los alumnos los distintos personajes? ¿Esta percepción se modifica? Es probable que la primera impresión no se altere frente a algunos personajes (la madre de Jim, el doctor Livesey, el señor Trelawney, varios piratas), pero sí con John Silver. Esto permitirá, por ejemplo, estudiar con los alumnos las distintas formas en que se construyen los personajes de las novelas.

Otra actividad interesante consiste en que cada alumno llene distintas fichas con información sobre cada uno de los personajes; luego se leen las fichas en el aula y se construyen de manera colectiva los distintos retratos. Convendrá señalar que los retratos no son sólo físicos, sino también morales, psicológicos, sociales, generacionales.

Algo equivalente puede hacerse proponiendo dibujos de los distintos personajes. ¿Cómo se puede representar mediante un dibujo el retrato moral de un personaje?

Un aspecto que seguramente despertará la polémica en el aula es la ausencia casi absoluta de personajes femeninos en la novela. ¿Qué ideas de la mujer y de la aventura se esconden detrás de esa ausencia? ¿Esa ausencia puede explicarse por razones históricas y sociales? ¿Tales razones han cambiado hoy, o la mujer permanece alejada de la idea de aventura? ¿Qué ejemplos de mujeres aventureras pueden encontrarse en la historia universal? ¿Y en la historia nacional? Mujeres como Guadalupe Moreno, Juana Azurduy, Alicia Moreau de Justo, Eva Perón, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, por ejemplo, ¿permiten redefinir las relaciones entre mujer y aventura?

Por otro lado, los piratas de La isla del tesoro están construidos sobre personas existentes, y la consulta de libros de historia y enciclopedias puede ser muy útil. ¿Quiénes fueron los piratas? ¿Cuándo vivieron? ¿Qué papel cumplieron en la historia? ¿Qué relaciones tuvieron con las distintas coronas europeas? ¿Los piratas históricos aparecen vinculados a episodios de la historia del Virreinato del Río de la Plata? ¿Existían los piratas en la segunda mitad del siglo XIX, cuando Stevenson escribió la novela? ¿Existían en la primera mitad del siglo XVIII, cuando el narrador dice que vivió su aventura? ¿Qué selección de rasgos hizo Stevenson para llevar a los piratas de la historia a la ficción?

El barco pirata

Como en la lectura de las novelas en general, las mayores dificultades de La isla del tesoro aparecen al comienzo, es decir, cuando los lectores deben superar los obstáculos que les presenta un lenguaje no convencional, como es el literario. Distintas estrategias pueden colaborar para superar esos obstáculos.

En principio, es razonable ubicar temporalmente al autor y a su novela. Que los lectores sepan que Stevenson es un escritor del siglo XIX los predispone a encontrar un lenguaje distinto al del presente, porque ese escritor vivía en un mundo poblado con objetos que hoy ya no existen o son muy poco visibles. Por ejemplo, saber que, en ese mundo, los mares eran navegados por barcos a vela permite comprender por qué hoy resultan tan extrañas las palabras que nombran las partes constitutivas de esos barcos. Ver reproducciones de cuadros de los siglos XVIII y XIX puede ser una actividad complementaria a la de la lectura.

Los jóvenes lectores actuales tienen una relación familiar con el léxico que hace referencia a los automóviles y comprenden que sus partes sean nombradas correcta y minuciosamente para visualizar mejor lo que se cuenta. Eso mismo explica por qué Stevenson necesita ser preciso para que su relato resulte verosímil y se vaya volviendo visible a medida que se desarrolla en las páginas y en la imaginación de los lectores.

Por otro lado, resulta interesante investigar las relaciones entre el desarrollo económico de las naciones y los medios de comunicación. A este respecto, los alumnos podrían descomponer y analizar el retrato del puerto de Bristol ("Mi viaje a Bristol") o describir el conflicto que la novela plantea entre la corona y los piratas, representado simbólicamente a través del izamiento de la bandera inglesa y la bandera pirata.

Autor: Aníbal Jarkowski


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La lectura compartida con los compañeros, el docente y otros adultos (de manera habitual y sistemática) de cuentos, fábulas, leyendas y otros textos narrativos literarios; poesías, coplas, adivinanzas, y otros géneros poéticos; y de textos no literarios como descubrimientos, historias de vida, notas de enciclopedia sobre diferentes contenidos que se están estudiando o sobre temas
de interés para los niños, entre otros.