La aparición de la lingüística estructural a principios del siglo XX cambió radicalmente la forma de acercarse al hecho lingüístico. El estudio de la lengua en sí misma, entendida como un sistema social y abstracto (Saussure, 1916) proporcionó un marco teórico de gran productividad. El sistema lingüístico se concibe estructurado en niveles (fonológico, morfológico, sintáctico y semántico) y el análisis de las unidades de cada nivel se realiza a partir de criterios formales (paradigmáticos) y funcionales (sintagmáticos).

En el área de la filología española, a partir de los años cincuenta aparecen estudios de fonología y de gramática que abordan los problemas del español desde la perspectiva teórica y metodológica del estructuralismo.

En 1958 Ana María Barrenechea dicta su primera clase Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires; en ella expone los planteos del estructuralismo. Es así como los nombres de Amado Alonso, Andrés Bello, Ferdinand de Saussure, Leonard Bloomfield y Louis Hjelmslev comienzan a circular en el ámbito de la educación superior argentina. Hacia 1962 publica la Guía de Gramática Castellana, destinada a los alumnos de su cátedra, en la que expone un sistema de principios teóricos y metodológicos en los que se asienta su modelo para el estudio de las unidades lingüísticas.

A la luz de los nuevos postulados, la gramática se concibe como una disciplina científica y lo normativo pasa a ser sólo un aspecto más en el estudio formal y sistemático de la lengua.

Los autores estructuralistas ya no definen la oración a partir de categorías lógicas -como en la gramática tradicional- y casi todos consideran fundamental el nivel fonológico. Así, Ofelia Kovacci define “oración” como “la unidad lingüística formada por dos componentes solidarios: a) el componente sintáctico: una palabra o sintagma; y b) el componente suprasintáctico: la figura tonal”.

La figura tonal es la unidad melódica comprendida entre silencio inicial y pausa final, la cual permite darle a la palabra o sintagma una modalidad propia.

En la definición de esta autora se subsumen las dos concepciones: la distribucionalista (la oración tiene autonomía sintáctica, esto es, no está contenida en una unidad mayor) y la semántico-comunicativa (la oración expresa una determinada actitud del hablante).

TESTIMONIO

Hacíamos el análisis de oraciones en niveles: sintáctico, morfológico y semántico. A mí me encantaba hacer las cajitas y usar muchos colores (...) Durante mucho tiempo pensé que el día que habían explicado para qué servía todo eso yo había faltado.

Para reconocer las partes de la oración recurríamos a las preguntas y a los reemplazos: ¿quién? para el sujeto, la-las-lo-los para el objeto directo. Fue muy impactante cuando en el secundario una profesora escribió en el pizarrón “Llueve.” y dijo que eso era una oración.

Juana (49 años)

Los libros de texto reflejaron con entusiasmo el cambio de paradigma que se percibía como profundamente innovador y trataron de acompañar a los docentes en este tránsito.

LIBRO DE TEXTO

Extractos de Menghi, Pescetto, Spinelli, Lengua y habla. Libro del maestro, Buenos Aires, Huemul, 8va. edición, 1976.

No desconoce el maestro que modernas teorías gramaticales, basadas en el estructuralismo lingüístico, oponen nuevos conceptos sintácticos a los tradicionales. (...) Por ello, honestamente, presentamos los conocimientos de esta parte de la gramática, estableciendo un paralelismo entre los conceptos sustentados por el criterio tradicional y por el criterio actual.

NOMENCLATURA Y CONCEPTOS

Gramática tradicionalGramática moderna
SUJETO: es la parte de la oración que indica la persona, animal o cosa de la cual se habla.SUJETO: es la parte de la oración que contiene la palabra que concuerda con el verbo en número y persona

 RECONOCIMIENTO DE FUNCIONES

Forma tradicionalForma moderna
-del SUJETO: formulando al verbo conjugado las preguntas: ¿qué?, ¿quién?, ¿quiénes?


El arado alza sus brazos.
      S             P

¿Quién alza sus brazos?

El arado (sujeto).

-del SUJETO: mediante la concordancia en número y persona de sustantivo y verbo.

El arado alza sus brazos.


      S             P

ARADO y ALZA concuerdan en número y persona: 3ª pers. sg.

Los libros de lectura, por su parte, sufrieron modificaciones de diversa índole. Por un lado, ideológicas (luego de la Revolución Libertadora que derrocó a Perón en 1955, se borraron las improntas del período anterior: Perón era ahora “el tirano” y La razón de mi vida pasó de libro de lectura obligatorio a libro prohibido). Por otro lado, el libro de texto se modernizó; los temas, ilustraciones y formas se hicieron más cercanas al mundo infantil; el texto dejó de ser soporte de la oralidad, desapareció el hincapié puesto en la elocución y las lecturas expresivas.

En 1973, durante el gobierno de Cámpora, se impulsó y editó El diario de los chicos, que circuló hasta 1975: se trataba de una publicación que llegó a todo el país, con una gráfica moderna e información de actualidad nacional e internacional. También se publicaron Historietas populares sobre temas de historia y ciencias.

LIBRO DE TEXTO

Fragmento de una lectura

Beba juega con una banderita.

-Este pedacito de género....-dice.

-¿Sabés qué es este pedacito de género, hija? -le pregunta papá.

Y saca algo de su bolsillo. Nos muestra una fotografía.

-¿Qué es esto? -pregunta.

-Mamá, Luciano y yo -contesta Beba.

-Sin embargo, esto es sólo un pedacito de cartulina -contesta papá–. (...) Yo sólo llevo la imagen de ustedes -siguió papá–. ¡Ustedes no cabrían en mi bolsillo!

-¿La bandera es la fotografía de la Patria? -preguntó Beba.

-No -dijo papá-.La bandera no es el retrato, es el símbolo. (...) Cuando nos ponemos la escarapela decimos que “llevamos la Patria sobre el corazón”. ¡Y sería muy pesado llevar la Cordillera, y la pampa, y la batalla de San Lorenzo sobre el corazón! (...)

Yo me quedé pensando: ahora entiendo mejor por qué el general Belgrano creó el símbolo de la patria.

Ese pedazo de género representa a nuestra tierra querida. Con sus montañas y sus ríos. Con sus gentes y sus casas. Con todos los valientes que murieron por defenderla. Con todos los sabios que contribuyeron a engrandecerla.(...)

Walsh, María Elena; Aire libre, libro de lectura para segundo grado, Buenos Aires, Editorial Estrada, 1967.