“Rabiolis”, de Paula Alonso

Colocar la cantidad de rencor que se estime conveniente al fuego. Echar sal en las diferencias y rozaduras. Cuando hierva, añadir la rabia. Revolver de vez en cuando; el tiempo de cocción varía a cantidad o deseo. Servir caliente y condimentar al gusto.

En El País Semanal, concurso “Microrrelatos de verano”, 2008.