La historia y los historiadores desde fines del XIX. Instituciones, enfoques y problemas

El interés de los hombres por conocer y comprender su pasado ha sido siempre tan intenso que difícilmente una historia de la historiografía pudiera sintetizarse en unas pocas páginas; por el contrario, necesitaríamos una vasta biblioteca para dar cuenta de todas las formas en que fue concebida la historia. El objetivo de las líneas que siguen es más modesto: dar cuenta de algunas de las experiencias más significativas de la historiografía occidental del último siglo y medio, atendiendo particularmente a aquellas que han tenido mayor impacto en la Argentina. La influencia de la historiografía francesa es sin duda de las más destacadas, por ello se notará que ocupa un espacio importante.

Creímos conveniente comenzar en el siglo XIX, porque allí se configura un paradigma historiográfico que fue dominante durante gran parte del siglo XX y contra el cual se van a levantar los movimientos renovadores. Hemos tratado de tramar esta historia en un tejido que incluya la historia de la historiografía en procesos de cambios sociales y políticos significativos y globales, ya que la historiografía no es autónoma respecto del medio y el contexto en el que transcurre su desarrollo. Por el contrario, la forma en que los hombres visualizan su pasado forma parte de los problemas de su presente.

Finalmente, un pequeño comentario. La reflexión sobre el pasado no es monopolio de los historiadores profesionales, sino que hay innumerables registros que bucean en la historia para dar algún tipo de interpretación: el documental o la ficción televisiva, el ensayo libre, la investigación periodística, la biografía literaria, la novela histórica, la memoria personal o grupal, etcétera. En estas líneas nos proponemos analizar exclusivamente aquellas líneas historiográficas académicas, es decir, aquellas que se ajustan a ciertas reglas de producción y crítica propias de la investigación científica, lo cual no desmerece ni cuestiona otros formatos.