Qué no es «trabajo infantil», según la OIT
Prácticamente
todos los niños, niñas y adolescentes en el mundo entero llevan a cabo
trabajos que son adecuados para su edad y para su grado de madurez.
Estos trabajos, la mayor parte de las veces, de ayuda familiar y, por
tanto, no remunerados, son legítimos. Al realizarlos los niños aprenden
a asumir responsabilidades, adquieren aptitudes, ayudan a sus familias,
incrementan su bienestar y en ocasiones sus ingresos. Con estas
actividades los niños, niñas y adolescentes contribuyen a las economías
de sus países. Ciertas actividades, como ayudar en
las tareas de la casa, en el pequeño negocio o cualquier otra labor
ligera, son trabajos de los niños que todo padre o madre alienta.
De esta afirmación se desprende que cuando hablamos de trabajo
infantil
no nos estamos refiriendo al tipo de actividades arriba enunciadas.
Ciertamente no todos los tipos de trabajo realizados por niños y niñas
menores de 18 años de edad entran en la categoría de “trabajo
Infantil”.
Pretender otra cosa sería trivializar la genuina privación de sus años
de infancia que sufren los millones de niños implicados en el trabajo
infantil, que es el que realmente debe abolirse.
Fuente: ILO