Ilustración: Mariano Grynberg
En los primeros intentos de realizar juegos deportivos adaptados con balón, los profesores notamos que los alumnos se agrupan alrededor de éste, intentando capturarlo. Esto no sería llamativo si fuera sólo una actitud de los jugadores del equipo que no tiene el balón; constatamos, por el contrario, que es la de casi todos los jugadores. Se produce entonces una aglomeración en el centro del terreno de juego de la que se quedan afuera aquellos jugadores a los que no les gusta ese contacto físico.
Cuando la propuesta es jugar al handball se evidencia la imposibilidad de compartir la pelota: los chicos hacen pocos pases y, fundamentalmente, pocos tiros al arco. Los jugadores parecen jugar para y por la pelota. El portador del balón intenta retenerlo mediante acciones individuales (si puede), la lanza hacia cualquier lado o se encoge sobre sí mismo; en consecuencia, realiza menos acciones.
La definición de objetivos pasa por evolucionar de un juego estático -en racimo, sin pases y sin tiros al arco- a un juego más dinámico -de un arco al otro, en el que los alumnos intenten progresar en el campo hacia el arco contrario-, lo que significa incorporar la intención de "atacar". Cuando los alumnos intenten atacar, verificará la posibilidad motriz que tienen de avanzar con pases. Generalmente, usted constatará las dificultades de motricidad general para indicarles cómo realizarlos correctamente (véase la Propuesta Nº 2 para este mismo nivel,Para jugar en equipo: pase y recepción).
Proponga a sus alumnos variedad de juegos y ejercicios que posibiliten el dominio y el control de la pelota: atraparla, lanzarla, pasarla, picarla, realizar malabarismos, etc. Pero también indíqueles actividades que rompan con el estatismo: juegos con variación de desplazamientos, equilibraciones, cambios de velocidad y de dirección, etc. Hay muchos juegos que brindan esta posibilidad: poliladrón, manchas varias, carreras con combinaciones de saltos, giros, piques, arrastres.
Divida la clase en dos equipos y realice 10 pases con cada uno. Pueden pasarse la pelota entre ellos, pero estos pases no suman a la cuenta (sólo sirven para seguir teniendo la pelota). El objetivo de que usted sea el que hace los pases es el de distribuir el balón entre todos los jugadores, intentando estimular a aquellos que han estado menos implicados con el juego y evitando el monopolio por parte de dos o tres jugadores.
En el centro del patio delimite un cuadrado y coloque allí las pelotas con las que cuente. Designe un equipo para "limpiar el cuadrado" arrojando los balones hacia afuera del límite marcado; el otro equipo tiene que recogerlos e intentar volver a introducirlos. Los defensores no pueden impedir que las reintroduzcan. La intención del juego es que los alumnos se desplacen para buscar pelotas, atraparlas, manipularlas, pasarlas, picarlas y llevarlas.
Separe a los integrantes de un equipo a ambos lados del campo, a unos 10 ó 12 metros unos de otros, e indíqueles que se pasen pelotas rodando por el suelo de manera continua. El otro equipo, a quien habrá ubicado en el medio del campo, tratará de atraparlas. Los balones capturados se recolectan en una caja. Gana el equipo que lo hace en menos tiempo. Aquí tendrán que recibir pelotas en movimiento, rodando y prever sus trayectorias para interceptarlas.
Se juega con dos equipos ubicados en dos campos enfrentados. Ambos están provistos de las pelotas que se dispongan. A la orden de comenzar, los alumnos tienen que lanzar todos los balones hacia el campo contrario y recepcionar rápidamente los que reciben para volver a lanzarlos. A la señal del árbitro de detenerse, termina el juego. Gana el equipo que tiene menor cantidad de pelotas en su sector.
Se colocan balones en un extremo del terreno y en el opuesto una caja (canasta o similar). Un equipo lleva las pelotas (varias a la vez) y las coloca en la caja. En su intento, son interceptados por los integrantes del otro equipo (defensores) quienes entregan al profesor las pelotas que puedan obtener. Gana el equipo que reúna mayor cantidad de pelotas. En este juego los alumnos realizan pases con varias pelotas en situaciones de defensa de la pelota y desmarque, se desplazan evitando el quite del elemento e intentan interceptar a los otros jugadores para apropiarse de la pelota y conseguir el objetivo del juego.
Intervienen dos equipos; cada uno tiene una caja con pelotas en los extremos del campo. A la orden del árbitro, tratan de sacarle los balones al otro equipo y llevarlos a su caja mediante piques y pases. Sólo se puede quitar un balón por vez y no hay defensa. El juego propone trabajar los desplazamientos, el atrape de la pelota y el dribbling.
El racimo está beneficiado, muchas veces, por la cantidad de jugadores que hay en la cancha. Cuando se juega doce contra doce, para los alumnos es muy difícil encontrar espacios libres para desmarcarse, poder percibir a compañeros para hacerles un pase o "ver" el arco. Le sugerimos reducir la cantidad de jugadores y preparar el terreno para que se pueda jugar un mayor número de partidos.
En los primeros partidos no marque áreas de arco o, si lo hace, aconsejamos que sean muy pequeñas (de no más de dos metros). Trate de que haya muchos tiros acercando los arcos; adapte el reglamento. En principio sea estricto con las faltas al contrario: no debe existir contacto físico -fundamentalmente con el portador del balón y sobre todo con su brazo, para que pueda pasar y lanzar correctamente-, pero sea permisivo con fallas en el juego de la pelota (pasos, doble pique, etc.). Lo importante es que el juego sea cada vez más dinámico y que tenga continuidad; ya habrá tiempo para enseñarles las reglas y de jugar respetándolas.
Cuando los alumnos jueguen mejor, cuando logren realizar más pases y más lanzamientos, cuando el juego sea más dinámico, vaya alejando paulatinamente las áreas para que los arqueros tengan más posibilidades de éxito en los lanzamientos. En este ciclo es correcto finalizar jugando con áreas que estén a cuatro, cinco o seis metros de la línea de arco.
Estas mismas observaciones las podemos hacer para otros juegos deportivos colectivos tales como el básquet, hockey, fútbol, etc.
Antón García, J. L. Balonmano: fundamentos y etapas de aprendizaje. Gymnos, Madrid, 1990.