Cuando hablamos de las “condiciones físicas” del usuario de la vía pública nos referimos a:
- Las aptitudes: para circular por la vía pública se necesita tener un óptimo tiempo de reacción, gran capacidad de atención y concentración, coordinación de movimientos, automatización, estabilidad nerviosa, capacidad de observación, apreciación de distancias y velocidades, agudeza acústica, adaptación visual, etcétera.
- La visión es el factor físico más importante para la conducción.
- Audición y agudeza auditiva: la audición es más importante de lo que mucha gente piensa: puede advertir de peligros –como la presencia de vehículos–, permite responder a distintas señales (desde bocinazos a las sirenas de los vehículos de emergencia y las campanas de los cruces ferroviarios), y puede avisar acerca de una falla inminente del motor u otras fallas mecánicas.
- Salud del usuario de la vía pública: distintas enfermedades o lesiones pueden afectar negativamente la capacidad de concentrarse en la conducción vehicular eficiente y responsable, como también pueden hacerlo los efectos secundarios de ciertos medicamentos y otros factores físicos como la fatiga, capacidades diferentes, la falta de firmeza o tonicidad o fuerza muscular, la edad, etcétera.