Cuando hablamos de la “condición psicológica” del usuario de la vía pública nos referimos a la estabilidad psicológica que permite transitar con seguridad y estar en condiciones de reaccionar adecuadamente ante una situación de emergencia. Esa condición psicológica se ve influida por diferentes factores:
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El establecimiento de hábitos correctos a través de la práctica: solamente el entrenamiento y la práctica permiten adquirir buenos hábitos y actitudes de conducción.
- La capacitación adecuada a través de la educación y la prevención vial –además de la práctica en las vías de circulación– , otorgan seguridad y confianza tanto al conductor como al peatón.
- Las drogas y el alcohol: el uso de alcohol, drogas ilegales y determinados medicamentos afecta tanto las destrezas y habilidades físicas como las psicológicas que se requieren transitar con seguridad.
Cuando hablamos de las condiciones psicológicas necesarias para transitar por la vía pública, y de las formas de relacionarse de los individuos, nos referimos tanto a los conductores de vehículos como a los peatones