Por mi parte sugiero la idea de que el objetivo debe estar ligado al desarrollo del pensamiento de los alumnos y no al conocimiento de la tradición filosófica. El sentido de esa tradición es el de ofrecer riqueza de pensamiento a los que actualmente tenemos que desarrollar un pensamiento capaz de ayudarnos a vivir. No estamos al servicio de la filosofía, es más bien ella la que debe resultar capaz de producir algún tipo de ayuda que podramos usar.
Objetivos posibles:
? enseñar a pensar
? fortalecer el pensamiento existente
? aprender a expresar ideas
? aprender a tratar con ideas
? aprender el estilo de una conversación capaz de investigar
? ubicar a los alumnos en la experiencia del diálogo pensante
? utilizar el pensamiento para favorecer y sostener los entusiasmos personales, que en definitiva son el hilo que
enhebra todo pensamiento.
¿Se les ocurren otros? ¿Con qué objetivos trabajan ustedes?