Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne (fragmento)

“Desciende al cráter del Yocul del Sneffels, donde la sombra del Scartaris llega a acariciar antes de las calendas de julio, audaz viajero, y llegarás al centro de la Tierra, como hice yo.” Arne Saknussemm Al terminar la lectura, mi tío dio un salto, como si hubiese tocado una botella de Leyden. Estaba exaltado de audacia, alegría y convicción. Iba y venía, se agarraba la cabeza con las manos; empujaba las sillas; juntaba los libros; arrojaba sus preciosas geodas –algo increíble en él–; repartía al aire puñetazos y bofetadas. Al fin se calmó, y como si estuviera rendido por un excesivo desgaste de fluido, se estiró sobre el sillón. –¿Qué hora es? –preguntó después de un rato. –Las tres –respondí. –¡Las tres! Ya ha pasado la hora de comer. Me muero de hambre. A la mesa. Y luego… –Luego ¿qué? –Prepararás mi valija. –¡Cómo! –exclamé. –¡Y la tuya! –contestó implacablemente, entrando en el comedor.