Las cartas son herramientas cartográficas que se elaboran para analizar situaciones de terreno y son utilizadas en distintas tareas concretas (a diferencia de los mapas que son representaciones gráficas que se realizan para ser observadas).
Los planos son representaciones de una superficie limitada de terreno, tal como un barrio o una ciudad, y que contienen alto grado de detalle.
Existen distintos tipos de cartas.
Cartas topográficas: son aquellas que procuran representar el relieve de una porción de la superficie terrestre y su cobertura natural y artificial. Permiten realizar operaciones de medición de distancias, superficies y desniveles. Guardan mayor fidelidad con las magnitudes originales del espacio real. Proporcionan una visión en conjunto de la zona, pues están representados los detalles naturales o producto de la actividad humana: relieve, hidrografía, poblaciones, vías de comunicación, y una amplia serie de objetos que se representan mediante signos cartográficos. Esta representación plana debe valerse de elementos gráficos que permitan representar el espacio tridimensional en dos dimensiones, para que el lector pueda reconocer los volúmenes de la superficie, es decir, los desniveles.
Son utilizadas en proyectos de ingeniería, como la construcción de diques o caminos.
Cartas geológicas: describen la antigüedad del relieve, indicando en qué período se formó.
Cartas náuticas: indican canales de navegación, boyas, profundidades.
Cartas aeronáuticas: muestran las rutas de vuelo.
Fuente: Cátedra de Cartografía. Departamento de Geografía. Facultad de Filosofía y Letras, UBA (adaptación).