Vulnerabilidad y evaluación del riesgo

El riesgo de desastres naturales es algo que todos enfrentamos, pero ese riesgo puede ser para algunos de nosotros más alto que para otros. Dónde vivimos, en qué vivimos y lo que hacemos son determinantes de nuestros riesgos. La toma de conciencia del riesgo de parte del público en general y la percepción de cómo ese riesgo se compara con otros, determinará la actitud de la sociedad para reducirlo. El entendimiento de los riesgos y sus causas son factores importantes para hacer frente a los desastres. Cuando conocemos los factores que determinan si una persona o una comunidad es más vulnerable que otra, podemos determinar los pasos que debemos tomar para reducir sus riesgos. El término riesgo se refiere a las pérdidas esperadas a causa de una amenaza determinada en un elemento en riesgo, durante un período específico en el futuro. Según la manera en que se defina el elemento en riesgo, el riesgo puede medirse por la pérdida económica esperada o por el número de personas muertas o por la extensión del daño físico a la propiedad. La clave de un programa exitoso para reducir el riesgo es entender la importancia que la sociedad les atribuye a las amenazas que enfrenta, es decir, su propia percepción de riesgo. Es necesario tomar decisiones con respecto al riesgo. En muchos países, varios grupos participan en estas decisiones: el público en general; sus representantes políticos; los expertos, comunicadores y gerentes. En principio, los expertos recopilan la evidencia científica o socioeconómica y ofrecen asesoría técnica a los políticos, quienes enseguida crean y regulan leyes para el beneficio de las personas y con el acuerdo implícito de ellas. En la práctica, por supuesto, a menudo las cosas no funcionan de esta manera. La evaluación del riesgo con la información disponible no es siempre tan útil como quieren los expertos que sea. A veces, ante la simple consideración de mitigar el riesgo, los políticos adoptan decisiones diferentes, llevados, quizás, por otros intereses u objetivos, y el público en general tal vez no ve las cosas como las ven los expertos o los políticos. Las decisiones se toman y las medidas se ejecutan según la forma en que se percibe el riesgo. La percepción del riesgo puede diferir de un grupo a otro. ¿Cómo se determina el riesgo? En la determinación del riesgo existen tres componentes esenciales, cada uno de los cuales debe cuantificarse por separado: a) la probabilidad de que ocurra la amenaza: la posibilidad de experimentar una amenaza natural o tecnológica en un lugar o región; b) los elementos en riesgo: identificación y preparación de un inventario de la gente o edificaciones u otros elementos que podrían verse afectados en caso de ocurrir la amenaza y, donde sea necesario, la estimación de su valor económico c) la vulnerabilidad de los elementos en riesgo: qué daño sufrirán la gente y las construcciones u otros elementos si experimentan algún nivel de peligro. Vulnerabilidad significa que las personas y las cosas pueden ser dañadas por una amenaza. La vida y la salud de las personas están en riesgo directo de sufrir los efectos destructivos de una amenaza. Sus ingresos y bienes de subsistencia están en riesgo a causa de la destrucción de edificios, cosechas, ganado o equipo de los que ellos dependen. Cada tipo de amenaza pone en riesgo una serie de elementos un tanto diferentes. Gran parte del trabajo de mitigación del desastre centra su atención en reducir la vulnerabilidad, y para lograrlo, aquellos que planifican el desarrollo deben entender cuáles son los elementos en mayor riesgo de las principales amenazas que ellos han identificado.

Tomado de: cridlac.org