La movilización del 17 de octubre de 1945 según el historiador Rodolfo Puiggrós

“El proletariado que desencadenó la huelga general revolucionaria de los días 17 y 18 de octubre de 1945 actuó movido por dos imperativos, aparentemente antagónicos entre sí, provenientes de su propia naturaleza de clase, es decir que no le fueron impuestos por ninguna fuerza externa a él mismo: la espontaneidad y la autoconciencia. Su espontaneidad se reveló al no obedecer a ninguna orden de arriba –ni siquiera de Perón, que se había despedido de los obreros recomendándoles: ‘De casa al trabajo y del trabajo a casa’– y al obligar a los dirigentes de la CGT y de los sindicatos a plegarse al paro. Sin embargo, esa espontaneidad no era arbitraria, ni puramente instintiva, pues si la ofensiva oligárquico-imperialista provocó el estallido del ‘pathos’ proletario, también despertó en los huelguistas la autoconciencia de que ellos, y solamente ellos, podían evitar la pérdida de sus conquistas. De ahí que vivieran una jornada desenajenante, en la cual la gravedad de la lucha aparecía cubierta por el desborde dionisíaco de las pasiones reprimidas.”

Puiggrós, Rodolfo. “Historia Crítica de los Partidos Políticos Argentinos (III)”. Buenos Aires, Hyspamérica, 1986.