Fragmento de "Confieso que he vivido"

“El poeta que no sea realista va muerto. Pero el poeta que sea solo realista va muerto también. El poeta que sea solo irracional será entendido solo por su persona y por su amada, y esto es bastante triste. El poeta que sea solo un racionalista, será entendido hasta por los asnos, y esto es también sumamente triste. Para tales ecuaciones no hay cifras en el tablero, no hay ingredientes decretados por Dios ni por el diablo, sino que estos dos personajes importantísimos mantienen una lucha dentro de la poesía, y en esta batalla vence uno y vence el otro, pero la poesía no puede quedar derrotada.”

Neruda, Pablo. Confieso que he vivido. Buenos Aires, Losada, 1975.