Ernesto De La Cárcova
Sin pan y sin trabajo
, 1893Óleo sobre tela
125,5 x 216 CM
Esta obra de grandes dimensiones constituye un referente muy importante en el arte argentino. El artista decidió representar un problema propio de su tiempo, hacia finales del siglo XIX: la desocupación.
El conflicto se aborda desde una dimensión emotiva y expresiva, centrándose en las vivencias, los sentimientos y el drama familiar que implica estar desempleado. La mirada del artista está centrada en el interior del hogar de una familia trabajadora.
Observemos algunas cuestiones: el interior del hogar es despojado, con tan solo algunos muebles. Los únicos objetos que se ven son unas herramientas sobre la mesa, que hacen referencia a que en algún momento fueron utilizadas y ahora quedaron en desuso. Miremos al hombre con el puño cerrado enérgicamente, como si estuviera golpeando la mesa y en actitud de levantarse con ímpetu, a punto de tirar la silla en la que estaba sentado. Su atención está dirigida hacia la ventana, a través de la cual se ven fábricas con largas chimeneas. ¿Quizás eran su antiguo lugar de trabajo? ¿Cómo podemos pensar que se siente? ¿Tendrá bronca? ¿Impotencia? ¿Ira?
La actitud de la mujer es diferente: sentada dándole de mamar a su bebé, con la mirada perdida en actitud de preocupación y desolación. Su cuerpo delgado y consumido remite a la falta de una buena alimentación, otra de las carencias que atravesaba esa familia.
Así, la potencia de la obra está en despertar la sensibilidad del espectador, y quizás es por eso que sigue teniendo vigencia hasta hoy.