¿Recordás alguna pintura, canción o película sobre trenes?

Seguramente sí. Los trenes, en muchas ocasiones, fueron para los artistas fuente de inspiración, quizás debido a la cantidad de historias de vida, de encuentros y desencuentros que se condensan en las estaciones y en los vagones de tren.

En Argentina la extensión de las líneas de ferrocarriles a principios del siglo XX implicó una revolución en términos sociales y económicos. Por largas décadas el ferrocarril representó un poderoso factor unificador y fue fuente de trabajo para muchas personas. Pero en la década de 1990 los trenes vieron su ocaso, ya que la red ferroviaria fue desmantelada. Muchos lugares quedaron aislados; una gran cantidad de trabajadores perdió su empleo, y se abandonaron numerosas estaciones. Y los vagones fueron destruidos, saqueados y olvidados.

“Un vagón hermoso” es un proyecto social y cultural que recuperó dos vagones en desuso de Mayor Buratovich, un pueblo pequeño en el sur de la provincia de Buenos Aires.

La recuperación consistió en el acondicionamiento de los vagones para la realización de talleres, muestras y otras actividades que valoran lo público por sobre lo privado y lo colectivo por sobre lo individual.

Este tipo de propuestas nos permite entender cómo la cultura guarda una profunda relación con lo colectivo y lo público. Y cómo muchos artistas, escritores y otros actores culturales participan en los procesos políticos, históricos y sociales de la propia comunidad, defendiendo la vigencia de estos valores.

http://unvagonhermoso.blogspot.com/