Imagina que no hay posesiones,
Me pregunto si puedes,
Ninguna necesidad de codicia o hambre,
Una hermandad del hombre,
Imagina a toda la gente
Compartiendo todo el mundo...

Imagina de John Lennon

Esta obra tiene algo de utópica o irreal. Como si fuese un proyecto irrealizable por sus dimensiones, por su emplazamiento, por su contenido y por su despliegue.

Marta Minujín parece tener un particular interés en embarcarse en tareas casi imposibles, para recordarnos que con la imaginación y la participación colectiva las ideas adquieren una potencia inesperada.

En el contexto político que estaba atravesando nuestro país, luego de seis terribles años de dictadura militar ¿quién hubiera pensado que en 1983 se podría concretar la construcción efímera de una réplica del Partenón recubierto con libros prohibidos?

Marta se imaginó una fiesta de la democracia y para ello eligió el Partenón, símbolo de Grecia, donde nació la participación ciudadana. Empapeló la fachada con libros prohibidos durante la dictadura para exponerlos libremente, quizás como emblema de su poder emancipador. Y esto ocurrió en pleno espacio público, allí en la avenida porteña 9 de Julio, a la vista y el alcance de todos.

Arte en la calle. Arte efímero. Arte vivencial. Arte trasgresor. Arte trascendental.

O en palabras de la artista, tan sólo: ARTE PARA VIVIR EN ARTE.