Esta obra es parte de la serie que Berni dedica a la figura de Ramona Montiel, personaje creado por el artista que cuenta los avatares de una mujer que se prostituye para poder sobrevivir. En este caso Ramona se encuentra en medio de un sueño terrible, en una pesadilla en la que aparece mutilada, sus largas y sensuales piernas saliendo de la boca de un terrible y espantoso monstruo.

¿Por qué tendrá pesadillas? ¿Quién es este personaje monstruoso? ¿De dónde salió? ¿Por qué devora a Ramona?

Algo nos obliga a detenernos a mirar este terrorífico personaje. Observando con atención nos damos cuenta de que está construido y cubierto totalmente por basura: conos de hilos, tapitas de botellas, lápices, sellos, materiales que parecen ser testimonios de la vida de Ramona.

Berni trabaja con materiales de desecho, elementos que nuestra sociedad industrial y voraz produce y descarta rápidamente. Quizás lo monstruoso de esta pieza reside en este ser bestial que consume y desecha a Ramona, como si su cuerpo fuera un objeto más de descarte.

Berni dice: “[Ramona] es el símbolo de otra realidad social cargada de miseria, (…) atrapada por la telaraña de la sociedad de consumo”.