Esta pintura fue realiza por Eduardo Sívori en 1887, mientras vivía en Francia. Cuando llegó a la Argentina la mostró en un Salón porteño, causando gran conmoción en el público y numerosas críticas.

¿Sabías que esta obra no pudo ser exhibida en Buenos Aires durante un tiempo?

¿Qué aspectos creés que pueden haber escandalizado a la gente?

Un diario de la época decía sobre la obra:
“El tema [que trata] es injustificadamente grosero y el personaje demasiado sucio”.

Otro diario se preguntaba
“¿Debe calificarse [esta] pintura de pornografía?

El revuelo que causó esta pintura tiene que ver con la manera en que el artista representó a esta mujer. El problema no fue el desnudo femenino sino la forma tan realista de pintarlo. Nos muestra a una mujer real, y no a una mujer idealizada, bella y con el cuerpo esculpido. ¡Mirá la manera en que ella cruza las piernas! ¡Mirá sus pies! Están sucios, no son sensuales o hermosos. La protagonista de la obra es una mujer trabajadora que se encuentra dentro de un cuarto pequeño y oscuro. Está sentada en su cama intentando ponerse las medias.

A Sívori le cuestionaron que su obra presentara un tema trivial y cotidiano, un tema sin relevancia. Sin embargo, con esta obra el artista busca romper con la limitación respecto de los temas que el arte puede mostrar. Mirar la realidad cotidiana de la gente, mostrando los hechos más pequeños y sencillos como aptos para ser representados en el ámbito de las bellas artes.