La imagen que vemos es parte de una serie de fotografías titulada Proyecto PB. Podemos observar a una mujer sentada en el centro de un sofá cubierto por una tela blanca. Esta joven vestida con un uniforme escolar se encuentra estática, inerte, sola, con la mirada perdida. En sus manos sostiene una caja que dice “prohibido violar”.

¿Qué está intentando decirnos con su mirada? ¿Qué será lo que hay dentro de la caja?

En este proyecto, Ananké Asseff lleva a cabo el concepto de “representación del cuerpo atravesado por la violencia”. Esta fotografía genera un clima de silencio y suspenso que a su vez refleja un “manifestar sin declarar”, un “decir sin gritar”. La escena está poniendo de manifiesto ese halo de silencio en torno a los abusos, que a su vez condena o denuncia con la frase “prohibido violar”. Esa prohibición, que funciona como un alerta, reactiva y refuerza el derecho que todos tenemos a vivir protegiendo nuestra integridad física. Quebrantar ese límite deviene un delito.

La producción de esta artista aborda una problemática universal: la fragilidad del ser humano. La carga intimista y de cierta sensualidad son características frecuentes en sus obras, que desarrollan conceptos tales como el miedo, la alienación, la fragilidad o lo ambiguo.