En la audición musical la memoria juega un papel fundamental. Cuando escuchamos una obra (y esto ocurre en todos los niveles de complejidad, desde una canción hasta una sinfonía), nuestra percepción avanza hacia delante en el tiempo mientras que nuestra memoria dialoga con lo ya escuchado y lo reinterpreta. En ese proceso, las partes oídas se relacionan por:

Es decir, nuestra escucha es un proceso que comprende lo que escucha en función de lo ya escuchado y, a la vez, reinterpreta lo ya escuchado en virtud de lo que se está percibiendo.

Los alumnos del Segundo Ciclo tienen experiencia en lo que a escucha musical se refiere, dado que, tanto dentro como fuera del ámbito escolar ya han frecuentado distintos repertorios como expresiones folclóricas, rock, tango y música clásica, entre otros. La propuesta es que comprendan cómo funciona ese proceso de percepción e interpretación.

El propósito de esta propuesta es que los alumnos reconozcan las particularidades de la audición musical, descubriendo las relaciones estructurales que organizan la música y familiarizándose con los recursos a través de los cuales el lenguaje musical construye sus formas. Es importante que los alumnos identifiquen el modo en que funciona la memoria y su rol en este proceso. Estos conceptos les permitirán ampliar sus posibilidades auditivas, desarrollando competencias y elaborando estrategias de escucha para comprender obras musicales extensas y más complejas.

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Propuestas de trabajo

Sabemos que suele ser complejo abordar la cuestión de la audición musical y las relaciones entre las partes escuchadas en el aula, por requerir mucha concentración de los alumnos y condiciones de trabajo que no siempre se dan en la escuela (como silencio y continuidad sin interrupciones o intervenciones ajenas al desarrollo de la clase).

Por tratarse de un tema de cierto grado de abstracción y complejidad, sugerimos comenzar por la experiencia musical de los alumnos, tomando como ejemplos canciones conocidas por la clase.

Estructura formal: repetición, contraste y retorno

En muchas canciones, las estrofas tienen la misma música y, aunque la letra se modifique, desde el punto de vista musical las partes se repiten. En cuanto al estribillo, suele presentar un cambio que contrasta con lo anterior. Al regresar la melodía inicial, nuestra memoria reconoce el retorno de lo ya escuchado.

Los alumnos están familiarizados con esta habitual estructura de las canciones, pero es importante retomar este aspecto para abordarlo desde el punto de vista de la organización del discurso musical: partes que se repiten, contrastan y retornan.

Tanto en las piezas más simples como en las más complejas, para establecer relaciones (repetición, contraste, retorno) nuestra percepción y memoria operan del mismo modo. Dichas relaciones constituyen la base de la forma musical, entendida como la disposición ordenada en el tiempo entre las partes que la componen. Así como la música ocurre en el tiempo, su forma también se despliega a lo largo de éste.

Estrofa y estribillo como un modo de repetición, contraste y retorno

Se puede comenzar a trabajar con la clase eligiendo en un primer momento canciones conocidas por los chicos donde las partes que se repitan o alternen sean breves y fáciles de reconocer. Pensemos como ejemplo, en "Canción con todos":

A se repite A contrasta B

Salgo a caminar por la cintura cósmica del sur

Sol de Alto Perú rostro Bolivia estaño y soledad

Todas las voces todas todas las manos todas...

En este caso, el estribillo (B) se puede repetir varias veces (depende de la versión) y luego A no retorna.
La propuesta es aumentar gradualmente la complejidad y duración de las piezas analizadas. Se apunta a que los alumnos descubran las relaciones de repetición, contraste y retorno entre partes musicales cada vez más extensas y que para ello ejerciten su memoria musical y desarrollen una escucha interesada y atenta.

Formas musicales

Reconocer que un estribillo es contrastante es más sencillo que registrar las permanencias y cambios temáticos en una sonata. Pero es importante que los chicos entiendan que, si bien las obras complejas o largas requieren mayor atención y práctica, el mecanismo de interpretación auditiva es el mismo. Es decir, nuestra percepción musical se organiza estableciendo relaciones entre las partes escuchadas.

Así como un día en la escuela se desarrolla siguiendo una estructura de momentos que se repiten y alternan (saludo inicial, clase, recreo, clase, despedida), una pieza de música se desarrolla a través de su forma, alternando partes similares y contrastantes.

Luego de haber identificado las relaciones que se establecen entre las partes de un discurso musical, la propuesta es que los alumnos se familiaricen con el concepto de forma como el modo en que organizamos las ideas musicales en el tiempo.

Es probable que cuando los alumnos escuchen una pieza musical extensa, como una sinfonía o un concierto, sientan que las ideas musicales cambian y les sea difícil entender en realidad qué esta pasando y focalizar el devenir del discurso. Por el contrario, como hemos visto en la actividad anterior, cuando escuchan canciones que les son familiares, reconocen las relaciones entre sus partes.

La propuesta entonces es que los alumnos desarrollen las competencias para la audición de músicas nuevas y extensas. Le sugerimos trabajar con música instrumental sin letra, armando un itinerario que abarque piezas heterogéneas y diversas. La idea es que escuchen, por ejemplo, un rondó, ya que su estructura formal es un rico y variado ejemplo de cambios y repeticiones (ABACA...) y/o también un minuet identificando el tema A, el B y la vuelta de A cuando retorna.

Es importante que los alumnos se preparen a escuchar atentamente las repeticiones y contrastes entre los eventos musicales. De esa manera, una obra que podría ser percibida como confusa e incluso aburrida se transformará en algo entendible y disfrutable. De tal manera, descubrirán que no es tan difícil escuchar y seguir el discurso narrativo de una obra, cuando saben cómo escuchar.

Así como para disfrutar un buen relato, los chicos saben que deben seguir atentamente sus personajes y relaciones, mediante esta actividad comprenderán que para entender una pieza musical extensa es necesario disponerse a seguirla con atención. Es decir, al igual que el argumento de una historia, en una obra musical se debe seguir su línea narrativa, identificar y memorizar sus temas, registrar cómo se modifican y reconocerlos cuando reaparecen.

Al familiarizarse con la estructura formal que organiza las obras musicales extensas, los alumnos experimentarán lo entretenido que es seguir el recorrido que cada una propone.