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Sistemas Wi-Fi

Wi-Fi y la salud

Se han realizado numerosos estudios de investigación sobre los posibles efectos en la salud de la tecnología de radiofrecuencia. Las señales Wi-Fi se encuentran dentro del rango de radiofrecuencia y los expertos en salud independientes concluyeron que no se constatan efectos en la salud cuando se cumple con los límites estipulados.

Adicionalmente, las señales Wi-Fi (puntos de acceso y Wi-Fi en el hogar) utilizan sólo 100 miliwatts de potencia, menos que la mitad de la potencia de un teléfono móvil. Las conexiones Wi-Fi también son “silenciosas” hasta que los datos se transmiten, de modo que las señales de radio sólo se generan durante la transmisión real de datos. Incluso en el caso de grandes usuarios que acceden a cientos de megabytes de datos por día, en realidad sólo transmiten por un período muy corto en total.

 

 ImagenLa salida de potencia máxima de las tarjetas de cliente
(ubicadas en las computadoras) o puntos de acceso
es en general más baja que la potencia de salida máxima
de la mayoría de los teléfonos celulares.
Además, característicamente esta señal decae proporcional
al cuadrado de la distancia del usuario a la antena del transmisor.

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¿Se han hecho pruebas de cálculo de exposición de campos electromagnéticos a los alumnos?

La Agencia de Protección para la Salud del Reino Unido, ha realizado un programa sistemático de investigación para evaluar la exposición de los niños a los equipos de las redes informáticas inalámbrica utilizadas en las escuelas.

Los datos recogidos durante el proyecto establecen que las exposiciones de campos electromagnéticos que reciben los niños son pequeñas en relación con las directrices de la ICNIRP y menores a las de los teléfonos móviles.

http://www.hpa.org.uk/Topics/Radiation/UnderstandingRadiation/UnderstandingRadiationTopics/ElectromagneticFields/WiFi/WiFiprojectreportonresultsSeptember2011/

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¿Qué dice la Organización Mundial de la Salud? http://www.who.int/peh-emf/about/WhatisEMF/es/

Los campos electromagnéticos y la salud pública

Estaciones de base y tecnologías inalámbricas

Además de la telefonía móvil hay otras redes inalámbricas que permiten obtener servicios y acceso a Internet de alta velocidad, como las redes de área local inalámbricas (WLAN), cuya presencia también es cada vez más frecuente en los hogares, las oficinas y muchos lugares públicos (aeropuertos, escuelas y zonas residenciales y urbanas). A medida que crece el número de estaciones de base y de redes locales inalámbricas, aumenta también la exposición de la población a radiofrecuencias. Según estudios recientes, la exposición a RF de estaciones de base oscila entre el 0,002% y el 2% de los niveles establecidos en las directrices internacionales sobre los límites de exposición, en función de una serie de factores, como la proximidad de las antenas y su entorno. Esos valores son inferiores o comparables a la exposición a las RF de los transmisores de radio o de televisión.


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Preocupaciones sanitarias

Un motivo de inquietud común en relación con las antenas de las estaciones de base y de las redes locales inalámbricas es el relativo a los efectos a largo plazo que podría tener en la salud la exposición de todo el cuerpo a señales de RF. Hasta la fecha, el único efecto de los campos de RF en la salud que se ha señalado en los estudios científicos se refería al aumento de la temperatura corporal (> 1º C) por la exposición a una intensidad de campo muy elevada que sólo se produce en determinadas instalaciones industriales, como los calentadores de RF.

“Los niveles de exposición a RF de las estaciones de base y las redes inalámbricas son tan bajos que los aumentos de temperatura son insignificantes y no afectan a la salud de las personas.”

 

La potencia de los campos de RF alcanza su grado máximo en el origen y disminuye rápidamente con la distancia. El acceso a lugares cercanos a las antenas de las estaciones de base se restringe cuando las señales de RF pueden sobrepasar los límites de exposición internacionales.

“Una serie de estudios recientes ha puesto de manifiesto que la exposición a RF de las estaciones de base y tecnologías inalámbricas en lugares de acceso público (incluidos hospitales y escuelas) suele ser miles de veces inferior a los límites establecidos por las normas internacionales.”

 

De hecho, debido a su menor frecuencia, a niveles similares de exposición a RF, el cuerpo absorbe hasta cinco veces más señal a partir de la radio de FM y la televisión que de las estaciones de base. Ello se debe a que las frecuencias utilizadas en las emisiones de radio de FM (unos 100 MHz) y de televisión (entre 300 y 400 MHz) son inferiores a las empleadas en la telefonía móvil (900 y 1800 MHz), y a que la estatura de las personas convierte el cuerpo en una eficaz antena receptora. Además, las estaciones de emisión de radio y televisión funcionan desde hace por lo menos 50 años sin que se haya observado ningún efecto perjudicial para la salud.


En los últimos 15 años, se han publicado estudios en los que se examinaba la posible relación entre los transmisores de RF y el cáncer.

“En esos estudios no se han encontrado pruebas de que la exposición a RF de los transmisores aumente el riesgo de cáncer. Del mismo modo, los estudios a largo plazo en animales tampoco han detectado un aumento del riesgo de cáncer por exposición a campos de RF, incluso en niveles muy superiores a los que producen las estaciones de base y las redes inalámbricas.”

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Otros efectos: El nivel de exposición a RF utilizado en esos estudios era unas 1000 veces superior al de exposición del público en general a RF de estaciones de base o de redes inalámbricas. No hay pruebas de que se produzcan alteraciones del sueño o de la función cardiovascular.

Algunas personas han señalado síntomas inespecíficos tras la exposición a campos de RF de estaciones de base y otros dispositivos de campos electromagnéticos. Como se indica en una nota descriptiva recientemente publicada por la OMS sobre la «hipersensibilidad electromagnética», no se ha demostrado que los campos electromagnéticos provoquen esos síntomas. Sin embargo, es importante tener en cuenta la difícil situación de las personas que sufren esos síntomas.

De todos los datos acumulados hasta el momento, ninguno ha demostrado que las señales de RF producidas por las estaciones de base tengan efectos adversos a corto o largo plazo en la salud. Dado que las redes inalámbricas suelen producir señales de RF más bajas que las estaciones de base, no cabe temer que la exposición a dichas redes sea perjudicial para la salud.

Conclusiones
Teniendo en cuenta los muy bajos niveles de exposición y los resultados de investigaciones reunidos hasta el momento, no hay ninguna prueba científica convincente de que las débiles señales de RF procedentes de las estaciones de base y de las redes inalámbricas tengan efectos adversos en la salud.

Fuente: OMS
Nota descriptiva 304: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs304/es/index.html

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